La pandemia del coronavirus ha marcado un antes y un después en la vida de muchas personas a nivel mundial. No solo en lo que se refiere al aspecto sanitario, sino también a la crisis que se ha generado a raíz de esta situación.
Uno de los aspectos más llamativos es la gran destrucción de empleo y las personas que en la actualidad todavía se encuentran en situación de ERTE.
Por eso creo que es importante dedicar una entrada de este blog a la labor que realizan los profesionales de Recursos Humanos que se dedican a la Orientación Laboral y están ahí para ayudar a otras personas a que puedan encontrar bien su objetivo laboral o quizá esa ayuda para poder encaminarse a un futuro de carácter cercano.
Escuchaba el otro día en la radio que la pandemia ha destruido alrededor de 40.000 empleos y mantiene a unas 650.000 personas en ERTE, datos muy preocupantes, pero que, dada la situación actual, nos enseñan un escenario a priori bastante complicado.
En este sentido es fácil verse en una tesitura complicada, bien por haber perdido un empleo o por los cambios rutinarios que se han visto modificados a raíz de esta pandemia.
Pero, mi pregunta es, ¿sabemos que tenemos personas dispuestas a echarnos una mano para poder mejorar nuestra situación actual?
Suele suceder que cuando nos encontramos en una situación de desempleo, agravada por algo repentino y no esperado, la primera idea sea la de echarse las manos a la cabeza.
Es frecuente ver que cuando algo se nos echa encima, parece una especie de bloque inamovible que nos impide maniobrar y pensar con claridad. También es cierto que en una situación como la que vivimos actualmente puede afectar a muchas personas y además de a uno mismo, puede golpear al entorno cercano.
En ocasiones, nos cuesta pedir ayuda porque pensamos que nadie va a perder su tiempo en ayudarnos a nosotros y, por consiguiente, se entra en una especie de bucle infinito que acarrea malos pensamientos y circunstancias.
Como funciones principales de los Orientadores Laborales, se puede encontrar la escucha activa y el gran apoyo psicológico que ofrecen. Además del propio nombre de “orientación” y guía en la consecución de un objetivo, es importante conocer que se puede encontrar esa compañía y ese oído que en muchas ocasiones hace tanta falta. Importante es también tener en cuenta que hay que saber elegir y ponernos en manos de alguien que pueda ayudarnos a conseguir el objetivo que nos marquemos.
A medida que crecemos de manera personal y profesional nos damos cuenta de que hemos vivido un gran número de situaciones, positivas, negativas y neutras, es decir, situaciones que nos han enseñado de mejor o peor forma algo nuevo para enfrentar el día a día. Cuando me refiero a neutro, significa que ha pasado por nosotros, pero no ha resultado relevante, que también puede ser.
Cuando hablamos de competencias, podemos mencionar además de la escucha activa la comunicación y la empatía.
Además de un oído, poder recibir una serie de consejos orientativos y poder conocer a personas que se han visto en situaciones similares o parecidas, también ayuda. Lo que pasa es que parece que cuando se exterioriza un problema o una situación desagradable a nuestros ojos el primer impacto puede generar rechazo.
Y sí, hay veces que se cuentan estas circunstancias y las personas a las que se lo contamos dan la espalda o cierran los oídos, pero hay que quedarse con que eso es algo circunstancial y que no sucede siempre.
Los profesionales de la Orientación Laboral pueden ayudar siempre que se necesite un cambio de rumbo o reorientación, cuando somos conscientes de que tenemos una falta, bien sea de formación, de empleo, que nuestras competencias no están bien trabajadas, que vivimos una situación de desempleo a largo plazo o que después de 20 años trabajando en la misma empresa nos vemos en la calle y no somos atractivos para el mercado laboral.
Los Orientadores Laborales se forman para estar al día en las habilidades y competencias necesarias y para poder ayudarnos si queremos ser visibles y atractivos en el mercado de trabajo. Tratándose de un trabajo puramente vocacional, es cierto que estas personas prestan su ayuda y acompañan durante el proceso de búsqueda o mejora de empleo.
Aunque cueste decidirse a pedir ayuda, no hay que tomarlo como algo negativo o como vergonzoso, porque da la sensación de que muchas veces parece que pedir ayuda es signo de fracaso y considerar esto es un error.
Pedir ayuda a alguien que conoce cómo funciona el mercado laboral, la situación actual, las redes sociales y portales donde se puede encontrar un empleo y la reorientación hacia diferentes sectores puede dar oportunidad y abrirnos puertas que no sabíamos ni que estaban ahí.
Hablando de competencias, aunque en otros posts se ha hecho una referencia completa a ellas, es interesante destacar que es preciso trabajar la parte más transversal, es decir, la adaptación al cambio, por ejemplo, es clave a día de hoy. Ya lo venía siendo, pero en la actualidad ha cobrado una importancia notable por el hecho de ver cómo cambia la vida de un momento a otro. Muy importante también es tener en cuenta la capacidad de comunicar, de aprender de todas las experiencias con las que nos podemos ir encontrando, el ser empáticos/as ya que todo el mundo puede verse afectado en algún momento y no está de más ver situaciones que, aunque a día de hoy no se nos acerquen, mañana puedan acompañarnos. Ser personas comprometidas, que puedan trabajar en equipo, aunque el teletrabajo pueda ser la vía actual, pero ser capaces de sacar proyectos adelante, aunque cada persona pueda estar en un punto diferente y, especialmente, elevar la motivación.
Aunque la crisis ha impactado de lleno en nuestra vida y ha modificado prioridades y competencias, es necesario identificarlas, trabajarlas y pulirlas. Pensar que somos capaces de proponernos un objetivo y por qué no, lograrlo.
Y si no lo podemos hacer en soledad, podamos pedir ayuda a profesionales de la Orientación Laboral que sepan guiarnos hacia donde nos queramos dirigir.
Al hilo de esto, quiero hacer mención una vez más a la iniciativa que realizo con Mireia Gargallo, de Interconexiona, que se llama “Conociendo a…”
Con este programa, lo que ofrecemos es la posibilidad de realizar una entrevista por competencias grabada donde se analizan las competencias de las personas y los aspectos más y menos positivos de dicha entrevista. La idea principal es realizar un video de unos 8-10 minutos donde se potencie a cada candidato/a para darle la oportunidad de ser visible en la red.
Existe también la posibilidad de que, si una persona está en búsqueda activa de empleo, quiere participar en la iniciativa, pero no quiere que se publique, también se puede hacer así.
Nuestra idea es ofrecer un feedback global de la entrevista completa, eso sí, a nivel personal y en privado, puesto que esta característica se echa mucho en falta en los procesos de selección cuando los candidatos/as no son seleccionados y no reciben una llamada o un correo para su conocimiento.
Me gustaría saber si este tipo de iniciativa os resulta interesante, dado que ya llevamos bastante tiempo con ella y no hemos recibido apenas candidaturas para poder hacer esto que es algo gratuito, de ayuda para mejorar de manera personal y ofrecer ese feedback que tanto se reclama y no se tiene.
Por tanto, me gustaría saber vuestra opinión y si queréis dejarla en comentarios, os estaremos muy agradecidas. Si este tipo de iniciativa no resulta interesante, ¿cuáles creéis que sí lo serían para ayudar a las personas a encontrar un empleo?
¡Muchas gracias!
En este post quiero reflejar los aspectos más básicos de la Orientación Laboral y por qué decidí dedicarme a ello.
Partimos de la que la Orientación Laboral es un proceso de planificación, toma de decisiones, previsión de consecuencias tanto positivas como negativas y puesta en marcha de una serie de conductas a la hora de buscar empleo.
Se trata de un proceso dinámico, inmerso en constantes modificaciones según se va avanzando y se incorporan nuevas cuestiones por parte de la persona ante las exigencias que reclama el mercado laboral.
El principal objetivo de la Orientación Laboral es facilitar a la persona un “patrón” o proceso de actuación mediante un apoyo de carácter técnico y que sirve como referente para alcanzar la autonomía personal en el establecimiento de su itinerario de inserción laboral. Por tanto, se pretende mejorar las posibilidades de inserción laboral de los demandantes de empleo.
Cada persona precisa de un itinerario de inserción diferente, por lo que la labor de un orientador es estudiar cada caso por separado y elaborar un itinerario de inserción personal para cada persona que se encuentre buscando trabajo. Este proceso es consensuado, por lo que es el demandante de empleo el que toma decisiones de forma autónoma aunque siempre tenga el apoyo en el Orientador.
Hoy en día, el mercado laboral es muy variable. Las empresas demandan profesionales cualificados y preparados y muchas veces no sabemos tomar decisiones para adaptarnos al perfil que se busca.
Las empresas están obligadas a renovarse continuamente y realizar cambios en su actividad, productos y servicios, así como su plantilla de personal, por lo que cada vez es más frecuente que se exija mayor especialización.