La primera entrada de este 2018 quiero dedicarla a un tema de suma importancia como es el estrés laboral. Todos sabemos que el estrés es un sentimiento de tensión que puede manifestarse física o emocionalmente.
Nace de situaciones e incluso pensamientos que nos llevan a la frustración, furia e incluso el nerviosismo. El estrés es una reacción a una serie de circunstancias, puede ser también positivo, como por ejemplo cuando tenemos tensión ante un acontecimiento o la consecución de objetivos, pero si se alarga en el tiempo o se combina con otros factores, puede llegar a dañar la salud. Leer más…
Cuando las cosas se ponen difíciles es muy fácil echarse las manos a la cabeza y pensar que, de ahora en adelante, todo va a salir mal. Tendemos a gastar la energía diaria en solucionar problemas que en nuestra mente son como enormes castillos de arena.
Si el ambiente que te rodea tampoco ayuda y abre camino a eso que llamamos las “malas vibras”, tendemos a pensar que esas pequeñas desavenencias que surgen no tienen solución y que al final del túnel nos toparemos con la oscuridad.
Es sencillo que ante situaciones que no controlamos o somos incapaces de dominar, decidamos quedarnos presos sin intentar gastar nuestra energía en salir a flote, dando ventaja a eso que llamamos mala suerte, problemas, inquietudes…
¿Qué hay de eso que llaman positivismo?
Cuando vemos a alguien que ante una circunstancia negativa se manifiesta impasible, aparentemente no sufre o ve el lado positivo, la mayoría de las veces tendemos a pensar que esa persona no ve la misma realidad que nosotros, o que tiene una coraza o que carece de sentimientos. ¿Qué estamos haciendo? Seguimos en nuestra línea de malas prácticas…
¿Puedo ser positivo aunque la circunstancia no acompañe?
Sí, puedes. Claro que para ello necesitas armarte de valor y mucha paciencia, porque luchar contra la adversidad a veces se convierte en una odisea que nosotros sí podemos controlar. La energía positiva suele estar presente aunque el ambiente no sea propicio. Siempre hay alguien que te puede dedicar una palabra de ánimo o incluso una sonrisa, pero para eso tenemos que cumplir la tarea de rodearnos de personas que fomenten optimismo y energía.
Sobreponerse a momentos adversos es sencillo siempre y cuando tengamos una visión a futuro, evitando quedarnos atascados en lo malo e intentando ver el lado bueno de las cosas.
Esta característica puede aplicarse a todas aquellas fases en las que tratamos y convivimos con personas y aparecen problemas y desavenencias que hacen temblar nuestro positivismo, permitiendo que esa energía desaparezca.
Trabajando con nosotros mismos
La tendencia es que cuando sucede algo malo, pensamos que la culpa se debe a un factor externo, el miedo se apodera de nosotros y somos incapaces de controlar cualquier problema que se presente. En este caso, la comunicación es clave y tener las cosas claras también. Hemos de trabajar mucho factores como el autocontrol para no dejarnos arrastrar por lo negativo y optimizar al máximo todas esas características que son positivas y que dejamos de ver cuando el miedo nos ciega e impide ver más allá de este punto.
No todo es tan malo como lo pintan
Claro que no. En el momento que exteriorizamos nuestros problemas e inquietudes, podemos obtener muchas respuestas distintas, es la ventaja de las “mentes pensantes” y quizá tenemos esa gran oportunidad de eliminar esos aspectos negativos que nos atrincheran en lo negativo.
Aunque no suene muy optimista, una de las premisas que hemos de tener presentes es que todo puede ser peor pero… ¡también mejor!
En circunstancias de presión y estrés lo mejor es mantener la cabeza fría, no dejarnos llevar por el momento y ser capaces de controlarnos, ya que por muy complicado que parezca, la solución casi siempre suele estar a la vuelta de la esquina.
El miedo es como un vicio malo, ataca directamente a nuestra energía, pero si gozamos de una saludable y la protegemos incluso de los malos pensamientos, seremos mucho más felices y productivos, controlaremos las circunstancias del estrés y podremos trabajar el autoconocimiento.
Llegado el mes de septiembre, es probable que la mayoría de las personas hayan vuelto de sus vacaciones. Otras probablemente estén a punto de cogerlas para tener la oportunidad de desconectar durante unos días.
El descanso es necesario para todos aquellos que han trabajado duramente durante lo que va de año y cada uno debe saber qué es lo que le motiva para poder pasar su tiempo libre de la forma más placentera.
¿Por qué motivo son importantes las vacaciones? Porque nos permiten escapar y huir de la rutina en la que nos vemos inmersos durante el tiempo que dedicamos al trabajo. Muchas veces la jornada laboral engloba factores que afectan a la salud, ya sea de forma física o mental y en ocasiones deriva en circunstancias relacionadas con el estrés.
El estrés es una circunstancia que se puede corregir, tiene cura. Muchas veces viene motivado por diversos factores relacionados con la toxicidad laboral, es decir, jefes o compañeros que resultan perjudiciales para el desempeño correcto del trabajo, la falta de descanso motivada por el exceso de horas y la sobrededicación laboral.
En este tercer capítulo del taller vamos a analizar las ventajas y desventajas de buscar trabajo a través de Internet y hacerlo yendo empresa por empresa.
La tarea de buscar empleo es complicada y puede volverse más difícil si no sabes administrar el tiempo del que dispones correctamente. La semana pasada hablábamos de la importancia de organizarse para ponerse a buscar trabajo. Parece una tontería, pero muchas veces no se es consciente de todo el tiempo que se puede perder sin darse uno cuenta.
En primer lugar haremos mención a buscar trabajo a través de Internet. Esta práctica es cada vez más frecuente y se va modernizando más. Hace años, los Portales de Empleo se encontraban a la cabeza de la búsqueda de empleo a través de la red.
Cierto es que los Portales de Empleo ayudan a la contratación de personal, pero también tienen muchos detractores por el hecho de pensar que dejan su candidatura en manos de una aplicación automatizada que clasifica los CV en función de diferentes criterios esperando tener suerte y te puedan llamar.