La polémica en el entorno laboral está servida. Hace unas semanas, las Redes Sociales se hacían eco de la noticia de Elena Andia, una gemóloga catalana que era rechazada porque pese a tener el mejor Currículum, estaba “demasiado gorda” y ¡era madre! para desempeñar ese puesto de trabajo.
Rápidamente, muchas personas se solidarizaron con ella, mostrando máximo apoyo hacia su persona y realizando un profundo menosprecio al joyero, protagonista de esas grandes perlas que dejaron al personal petrificado…
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