Saber gestionar la incertidumbre a la hora de buscar empleo es indispensable para poder hacer frente a los cambios y modificaciones que se puedan sufrir durante el proceso.
En la entrada de hace un par de semanas, hablábamos de la gestión de la incertidumbre a la hora de enfrentarse al mercado laboral de hoy en día y como no quería hacer un post excesivamente extenso, lo dividí en dos partes, dejando para esta entrada una serie de consejos para hacer frente a esta incertidumbre.
Si quieres leer la entrada anterior, bien porque no la viste o porque quieres recordarla, te dejo el enlace para que la puedas tener a mano.
http://www.mercedespoyato.com/2021/03/gestionar-incertidumbre-busqueda-empleo-i/
Muchas veces es complicado saber qué es eso que provoca en nosotros el estado de incertidumbre. Nervios, ganas y una mezcla de cierta ansiedad nos conducen a un agujero que tiene la profundidad que le queramos otorgar.
Gestionar la incertidumbre a nivel general
En ocasiones, nos vemos sumidos en escenarios de incertidumbre sin saber cómo hemos llegado hasta ahí. Lo primordial es analizar todos los motivos que producen la situación de incertidumbre y aprender a caminar en el proceso.
Como todo motivo, hay factores personales que pueden depender directamente de uno/a mismo/a y otros que escapan a nosotros. Todo cuanto podamos gestionar hemos de poner todas las ganas en solucionarlo pronto y de la mejor manera posible y lo que no, hacerlo a un lado. No es necesario abandonarlo, pero tampoco focalizarse en algo que no depende directamente de nosotros mismos, pues puede generar frustración e impedir el avance en lo que sí se pueda.
Otra parte muy importante de este proceso es aprender a valorar lo que una persona tiene, por experiencia, conocimiento, aprendizaje y habilidades, siendo clave el ser capaz de ponerlo en marcha y otorgarle valor, primero para uno mismo y después para los demás.
A la hora de identificar las emociones propias, otro aspecto a tener en cuenta es la aceptación de las mismas, es decir, hay que partir de la base de pasar por momentos de enfado, ira, tristeza y otros diferentes de alegría, plenitud y paz. Una emoción no se gestiona de forma lineal, sino que va pasando por diferentes escenarios y estados relativos a la emocionalidad. Es preciso aprender a ser pacientes con nosotros mismos y no tener en cuenta que durante este proceso vamos a sentir determinados altibajos y que eso no es malo, forma parte del camino a recorrer.
Muestra fortaleza. Los problemas, crisis, errores y fracasos son sinónimo de nuevas oportunidades. Esto se consigue aportando nuevos puntos de vista y dando la vuelta a las situaciones que generan presión y malestar sobre nosotros mismos.
A la hora de gestionar la incertidumbre es necesario contar con el aporte de la simplicidad y la sencillez, esto es, aunque lo podemos acoplar a la búsqueda de empleo, también aplica para todos los órdenes de la vida, ya que se puede hacer teniendo en cuenta diferentes posibilidades y niveles. La complejidad es un ingrediente que tenemos por añadido, lo que nos hace trabajar la forma de simplificar nuestra vida para eliminar el factor difícil que viene sumado.
A esto tenemos que sumarle horas de descanso. No es necesario eliminar horas de dormir para aprender más y mejor, cuanto más cansados nos encontremos, peor haremos frente a las circunstancias. El ideal se basa en conseguir energía, aportar claridad y trabajar el detalle siempre teniendo en cuenta el descanso.
A nivel general, es necesario trabajar los propios valores como pueden ser el esfuerzo, la resiliencia y la flexibilidad para hacer frente a los cambios que puedan venir. Ser flexible es positivo, y cambiar las veces que sean necesarias forma parte del proceso.
La comunicación es indispensable en cualquier orden de la vida. Es necesario dialogar con otras personas para expresar los sentimientos propios para hacer frente a la incertidumbre, poder ver a través de un espejo que es algo que nos afecta a todos y es una forma de ver cómo la pueden gestionar otras personas. Comunicarse siempre desde un punto de vista positivo, las quejas no ayudan para la búsqueda de soluciones, aunque se expongan, no deben ser las protagonistas de la conversación.
Gestionar la incertidumbre a nivel personal
A la hora de tomar decisiones, debemos seguir una línea para la consecución de nuestros objetivos y metas, trazando un plan de acción, pero debemos tener un posible plan B e incluso C, por si las cosas no salen a la primera y como queremos que, en definitiva, suele ser lo común.
Partir de una base con una propia estrategia da seguridad y aporta claridad a la hora de tomar decisiones, pero incorpora una dosis de flexibilidad para amoldar tu plan de vida a medida que lo vayas necesitando. Tomar una única vía es arriesgado y, a veces, algo muy complicado.
Realizar una inversión en desarrollo personal es clave. Trabajar el autoconocimiento, aprender a sacar nuestra mejor versión y batir a las creencias limitantes empodera a las personas y les aporta energía para llevar a cabo el proceso.
Buscar un equilibrio interno dentro del caos y cambio constante es indispensable para aportar tranquilidad y ver nuevas oportunidades desde nuevos puntos de vista.
La formación es un seguro. Para poder trabajar sobre la incertidumbre o a su lado, se puede invertir en formarse en el sector, no haciendo cien cursos sobre un tema concreto, sino elegir una formación útil y de calidad que pueda aportar valor. La tecnología puede ser una gran aliada, puesto que el concepto transformación digital está ahí y es preciso actualizarse de manera recurrente para no quedarse atrás.
Date la oportunidad de informarte, de saber qué pasa en la actualidad y en la sociedad, en temas como la tecnología o la economía, todo cuanto pueda servirte para saber en qué punto se está, sin caer en la excesiva información, ya que puede generar pérdidas de tiempo y angustia innecesaria.
Como conclusión, podemos decir que necesitamos aceptar diferentes escenarios, nos hemos ido acostumbrando a que no existe un único resultado y que la vida cambia de manera constante. Vivir acorde a varios resultados ofrece menos incertidumbre puesto que no nos aferramos a una única solución.
Gestionar los miedos ayuda a poner el foco de atención en otras miras, ofreciendo una rutina y un camino que da seguridad en materia de actuación y visión hacia un objetivo concreto.
Necesitamos trabajar la capacidad de adaptación para aceptar todos los cambios venideros como algo puramente normal y natural, asumiendo determinadas responsabilidades y aprendiendo a solucionar los propios problemas.
Por último, un elemento clave es la aceptación del fracaso como parte de esta andadura. No importa las veces que nos equivoquemos y caigamos. Lo importante es que tenemos que quedarnos con el aprendizaje que deja y volver a empezar de nuevo. No importa las veces que eso ocurra.
Lo importante es focalizarse en el proceso, trabajar lo que dependa de uno/a mismo/a de la mejor manera posible y ejerciendo un alto poder de autoconfianza. Eso es clave.
Espero que os haya resultado interesante y que, cualquier aporte que queráis hacer, será bienvenido siempre.
Muchas gracias y ¡feliz semana!