Afrontar la temida frase “Ya te llamaremos…”

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Afrontar la temida frase “Ya te llamaremos…”

Hoy abordaremos el tema de la temida frase “ya te llamaremos…” tras una entrevista laboral. Para ello, quiero contaros lo que me sucedió la semana pasada mientras que redactaba el contenido sobre Empleados Felices. Fue algo que me hizo enfadar mucho, tanto que estuve a punto de cambiar la temática del post. Pero finalmente respiré hondo y decidí pensar y escribir sobre este tema que vamos a comentar hoy.

Hace unas semanas tuve una Entrevista de trabajo muy interesante, las cosas como son. Se trataba de un proyecto muy atractivo dentro del ámbito de Recursos Humanos, con futuro y proyección a largo plazo, algo que lamentablemente hoy en día es muy difícil de encontrar.

Tuve la entrevista con una Consultora de RRHH encantadora, la cual, tras casi una hora de conversación me hizo esperar para que me viera la persona responsable de la Oficina en cuestión. Aparecieron dos personas con las que tuve una entrevista fluida, cercana, amena… Hasta aquí todo fenomenal. Tanto, que parecía que iba a empezar a trabajar en ese mismo momento, pero fui prudente y decidí no hacerme ilusiones.

Diréis ¿por qué nos cuenta su vida? Aquí viene el tema de hoy. Al finalizar la conversación, recuerdo la frase que me dijeron: “Te avisaremos tanto si eres seleccionada como si no, pero te avisamos seguro”.

Era un proceso de incorporación inmediata y según iban pasando los días, las esperanzas se iban apagando… Mi sorpresa fue cuando el pasado lunes me encontré la candidatura descartada en el Portal a través del cual había aplicado. Me quedé helada, de piedra, me sentí fatal. ¿Esa es la forma de avisar? Poco profesional… Una simple frase, un correo informativo, hubiera sido algo suficiente para darme la noticia…

Siempre se pide a los candidatos que preparen sus entrevistas, que se informen del puesto y de la empresa para la cual aplican, muchos lo hacen, otros tal vez no, pero lo cierto es que toda persona que acude a una entrevista de trabajo, dedica su tiempo a ello y merece ser tratada con el mismo mimo que ella ofrece.

Cuando estudiaba el Máster, la teoría decía que lo mejor es informar a los candidatos si finalmente no son seleccionados para un puesto de trabajo, mediante un correo electrónico. Muchas empresas sí lo hacen, y eso está bien, así las personas pueden continuar su búsqueda de trabajo sin esperar esa última esperanza. Es sencillo, una simple frase tipo: «Hemos cerrado el proceso de selección» es suficiente para dar la noticia.

Otra práctica, a mi gusto terrible, es cuando se llama a un candidato para informarle de que no ha sido seleccionado. Esa sensación y esos sentimientos afligidos cuando alguien descuelga el teléfono esperando una respuesta positiva y se encuentra lo contrario, es horrorosa.

Mi experiencia en Recursos Humanos me enseñó que no se debe garantizar a una persona que va a obtener una respuesta positiva o negativa si no se tiene intención de realizar ese comunicado. Hay empresas que tienen procesos de selección masivos y no disponen del tiempo suficiente para realizar esas comunicaciones, por lo que más vale ser prudente para no dejar a un lado la falta de profesionalidad que denota el prometer algo que no se va a hacer.

Por todo ello, una semana después he realizado autocrítica, porque siempre es importante pensar y plantearse qué hemos podido hacer mal para no ser los elegidos. Tal vez se haya elegido a un candidato más preparado, pero seguro que si esa persona no hubiera sido la elegida, también le hubiera gustado enterarse de una forma más profesional.

¿Qué pensáis vosotros? ¿Habéis tenido situaciones así? Os animo a que compartáis vuestras experiencias. No es preciso indicar nombres, como veréis, en este post no se pretende hacer mala publicidad de nadie. No estamos para eso, sino para tratar de combatir esa práctica que merma esos fantásticos valores que te explican cuando acudes a una entrevista laboral.

¡Gracias a tod@s!