Consejos para afrontar el desempleo II

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Consejos para afrontar el desempleo II

Hace varias semanas hablamos sobre consejos para afrontar el desempleo. Cierto es que estos consejos estaban bastante orientados hacia la forma de combatir el desempleo si se está buscando trabajo por cuenta ajena. Existen otras alternativas interesantes como es el caso del autoempleo, tema al que haremos referencia dentro de unas semanas, donde se desarrollarán claves eficaces para llevarlo a cabo. Hoy nos toca hablar de combatir el desempleo en personas que se encuentran en riesgo de exclusión social.

El riesgo de exclusión social es una situación en la que cualquier persona puede verse inmersa en algún momento de su vida. Aunque parezca un hecho aislado, son muchas las personas que se encuentran en esta situación y esto les influye de forma negativa en su desarrollo personal, social o económico. Es importante destacar que se trata de una “situación temporal” que afecta a la persona, pero no es un atributo ni una característica de la misma, por lo que se puede salir de ella.

Existen numerosos enfoques para describir la “situación en riesgo de exclusión”, puesto que dada su característica multidimensional, puede venir a través de diferentes factores. Algunos pueden ser:

A continuación haremos una breve reseña sobre los colectivos en riesgo de exclusión:

• Personas en situación de pobreza: es decir, aquellas que carecen de recursos para satisfacer sus necesidades básicas y que, por tanto, les afecta a su calidad de vida. Existen una serie de indicadores que se utilizan para evaluar el índice de pobreza del individuo y su situación social.

• Personas que carecen de hogar: aquellas que tienen dificultades para acceder a una vivienda y carecer de ella por circunstancias como la falta de empleo, endeudamiento, separación y el perfil corresponde a personas con una edad media de 40 años que llevan más de tres años sin hogar.

• Personas con discapacidad: aunque se trata de fomentar la contratación de este colectivo mediante el fomento de ayudas por su contratación, todavía existe una gran brecha para alcanzar su plena integración socio-laboral.

• Personas mayores de 45 años: que ven reducidas sus posibilidades de encontrar empleo una vez alcanzan esta edad.

• Personas en situación de dependencia: en este caso, existen diversos grados de vulnerabilidad dependiendo de la circunstancia que lleva a esta dependencia. Se puede considerar dependencia moderada, severa y gran dependencia. La dedicación especial es para la protección de las personas con gran dependencia, puesto que su situación implica la necesidad de ayuda de otras personas para la realización de las actividades básicas de la vida cotidiana.

• La población inmigrante: este colectivo presenta una alta tasa de desempleo. Los factores que pueden influir son el rechazo y a veces, la dificultad con el idioma, lo que supone que puedan encontrarse en riesgo de exclusión.

• Víctimas de violencia: concretamente en nuestro país, los colectivos más afectados son las mujeres que han sido víctimas de violencia de género y los menores que han sido víctimas de maltrato infantil.

• Las minorías étnicas: colectivos como por ejemplo la población gitana, han ido avanzando y mejorando en cuestiones de educación, vivienda y salud, aunque en la realidad continúan siendo un colectivo bastante estigmatizado.

• Las personas con problemas de adicción y personas reclusas y ex–reclusas: generalmente derivan en exclusión social debido a su estado tanto psíquico como físico y su situación económica en el primer caso, y en el segundo, este colectivo suele ser susceptible de aislamiento por parte de la sociedad.

En la actualidad existen muchos Planes y Programas integrales de empleo desarrollados por diferentes Organizaciones y Fundaciones cuyo objetivo es apoyar y ayudar a estas personas en la búsqueda de un trabajo y la reinserción tanto en el mercado laboral como en el entorno social.

En esta última parte del post quiero hacer referencia a una serie de Técnicas que pueden llevarse a cabo para ayudar a personas en riesgo de exclusión social para que tengan la posibilidad de encontrar empleo y puedan conseguir su reinserción tanto en el mundo laboral como en el entorno social y mejorar por tanto, su situación económica.

1. Organización de Jornadas y Talleres de Empleo e Integración en el mundo laboral.

Organización de programas formativos que permitan a las personas recibir apoyo durante todo el proceso de búsqueda de trabajo, es decir, potenciar sus habilidades sociales, mejora de su formación personal, reactivación de destrezas y aprendizaje de técnicas de búsqueda de empleo.

Si nos encontramos en el lado de poder ofrecer ayuda y aprendizaje, siempre es bueno enseñar técnicas para la realización de un currículum vitae, carta de presentación, preparar una entrevista de trabajo o una dinámica de grupo, e incluso enseñar técnicas de presentación como candidato a una empresa.

Generalmente estos colectivos carecen de medios y recursos informáticos, por lo que debe estudiarse la viabilidad de ofrecerles salas con ordenadores donde puedan redactar su CV y Carta de Presentación y disponer de salas acondicionadas donde se puedan llevar a cabo las prácticas de entrevistas tanto personales como grupales.

También es interesante contar con el apoyo de profesionales que en forma de Jornadas o Charlas, expliquen a las personas diferentes situaciones acerca de cómo enfrentarse al mundo laboral, cómo analizar una oferta, cómo redactar un currículum…

2. Prospección e intermediación con el tejido empresarial.

De la misma manera, las personas en riesgo de exclusión social no disponen de medios para acceder a las ofertas de trabajo que son publicadas en Internet, por lo que es importante actuar como intermediario y mediador entre candidato – empresa, poniendo en conocimiento de los primeros las oportunidades del mercado laboral.  En definitiva, se potencia la ayuda a personas que carecen de habilidades sociales y con escasa o nula red de apoyo.

3. Mantenimiento del contacto y apoyo a la integración y el empleo.

Una vez que las personas tengan acceso al empleo, es interesante conocer su adaptación y las circunstancias que lo rodean en esta nueva etapa para garantizar que la persona se adapta de forma correcta a la empresa y puede desarrollar su trabajo de forma exitosa.

Finalizamos este artículo con un vídeo de la Fundación Adecco, entidad que nació en el año 1999 de la mano del Grupo Adecco como líder mundial en la Gestión de Recursos Humanos.